viernes, 25 de agosto de 2017

Lo que la moto me enseñó





Moto Consejos se trata de proveer información para el motociclista principiante y avanzado para aumentar su seguridad. Se trata de enseñar técnicas y trucos para una vida de motociclista más fácil y sobre todo más segura. Pero hoy quiero escribir sobre lo que me enseñó la moto a mí. La enseñanza de una simple máquina.

Toda nuestra educación está enfocada en una sola cosa: el futuro. Nuestros papás empiezan desde temprano a preguntar: ¿qué quieres ser/ hacer cuando seas grande? Luego, la escuela nos sigue empujando más hacia la misma dirección, enseñándonos un montón de cosas que algún día podríamos necesitar. La vida laboral sigue el mismo patrón. ¿Quién no ha estado confrontado en entrevista o curso de capacitación con la pregunta de donde nos vemos en 1 año, 5 y 10? Hay que fijar metas y planear las etapas para alcanzarlas.

Conectado a mi moto cambia eso, cambio yo. En cuanto bajo el pie izquierdo, escucho el "clonk" de la primera marcha entrando, libero progresivamente la palanca de mi mano izquierda mientras giro la derecha...en este preciso momento cambia todo. Así como desaparece mi casa en el retrovisor, desvanece mi futuro. Estoy 100% viviendo el momento, el presente. La moto me obliga a enfocarme en el ahora, en el aquí. Porque si no estoy concentrado en mi alrededor ahora, podría salir lastimado o peor.

Lo más lejos que pienso es el horizonte, cómo se desarrolla el tráfico o qué línea escojo para la siguiente curva. Siento el aire de ahora. Siento donde pasan las llantas ahora. Siento las revoluciones, las vibraciones de la máquina ahora. Percibo los olores del ahora como las hierbas al lado de la carretera, el aroma salado de la brisa del mar, el zorrillo aplastado 1km adelante, las balatas del camión bajando en el carril opuesto...

Arriba de la moto vivo el presente y lo vivo con una intensidad desigual. Puedo estar en una fiesta o un convivio y pienso en lo que tengo que hacer mañana o pasado mañana. Tal vez pienso en lo crudo que estaré el día siguiente. Pero cuando ruedo, no existe el futuro.


Esa es la lección que aprendí de la moto. Y la pérdida de varios amigos que se me adelantaron me dice que es importante. Vivir aquí y ahora. Podemos planear lo que queremos para mañana. Es importante prepararse para el futuro. Porque si llegamos al mañana, hay que vivir de algo. Solo que el precio del mañana no sea un hoy sacrificado. Porque el hoy es lo que sí tengo. El mañana es lo que espero tener, pero no lo tengo garantizado.


Rueda siempre al 100%.

Saludos en V