miércoles, 30 de mayo de 2018

Tequila, Jalisco: Pueblo Mágico




Tequila no es solo para los amantes de la bebida. Es un pueblo sorprendentemente pintoresco. Digo “sorprendentemente”, porque he pasado varias veces por la carretera libre de Chapalilla rumbo a Guadalajara, solo tomando fotos por la glorieta cerca de la gasolinera de la entrada, donde hay una escultura. Dicho tramo carretero pasando por la entrada del pueblo es algo … austero … digamos. A un lado se venden barriles en todos tamaños y diversas artesanías ligado al tema de la bebida y su producción. Sin embargo, desde la carretera uno no se imagina cómo realmente es el pueblo. Qué grata sorpresa me llevé el día que entré por primera vez al centro. 


Primero lo primero. Tequila está a unos 300km de Puerto Vallarta. Tomas la carretera 200 a Compostela. De allí sigues en dirección a Guadalajara por la 68D, donde pasas la caseta que te lleva a Chapalilla. Si el tráfico no te permitió disfrutar todas las curvas subiendo a Compostela, normalmente te compensa un poco la carretera a Chapalilla, especialmente desde que abrieron la nueva carretera a Guadalajara. Actualmente se me hace aún menos traficado este tramo. La birria en Chapalilla es opcional. Para mí ha sido una parada en tantas rodadas que casi me paro en automático. Después de desayunar se puede cruzar a la gasolinera si se requiere. En deportiva siempre llené tanque, pero mi actual vaca doble propósito llega sin problemas hasta Tequila, siempre y cuando salgo con tanque lleno.

 
De allí sigues la carretera 15 a Guadalajara, la carretera libre. Los paisajes no dejan de relajarme. De hecho, desde Compostela hay vistas espectaculares. Muy cerca de Chapalila pasa la carretera entre las piedras volcánicas del Ceboruco. Pasando Ahuacatlán e Ixtlán de Río no hay nada realmente impresionante. El tráfico cruzando Ixtlán del Río siempre es lento con la cantidad de topes y los semáforos, pero es un tramo corto. A 1km pasando Ixtlán de Río se encuentra a la izquierda la entrada a la zona arqueológica Los Toriles, la cual es otra buena opción para una rodada. Hay restos de pirámides y pienso que vale la pena conocerlo. Los domingos no cobran entradas y este día no hay autobuses de turistas. Es ideal para tomar fotos.

Por ahora seguimos la carretera 15, que me lleva a uno de mis tramos favoritos de carretera: Plan de Barrancas. 8km de carretera sinuosa bajando y subiendo. Allí late el corazón motociclista con alegría pura. En las tardes se puede mostrar bastante caluroso. La mayor parte del año se me hace semi-desértico. Pero somos bikers, aguantamos frío, calor y lluvias.

Saliendo Plan de Barrancas sigue la carretera con la entrada a
Hostotipaquillo el lado izquierdo. Recomiendo poner atención a esta entrada para cuando regresas de Tequila subir al monumento del motociclista. Es otro tramo revirado con buenas curvas subiendo. La ventaja de subir cuando no está el evento de motos, el cual toma lugar cada tercer fin de semana en Enero, es que uno puede tomarse fotos en el monumento despejado. En fechas de evento a toda hora hay unos 50 bikers o más allí. Y si te cansaste tomarle fotos al monumento, date vuelta. Allí tienes otra vista espectacular. Mantenlo en mente para el regreso de Tequila.

Dejando la entrada a Hostotipaquillo sigue Magdalena y de allí ya faltan pocos km para llegar a Tequila. La gasolinera al lado de mencionada glorieta marca la entrada al pueblo. Da vuelta a la derecha y sigue la calle hasta donde topa. Da vuelta a la derecha y a una cuadra empieza la plaza. Da vuelta a la plaza y encuentras estacionamientos exclusivamente para motos, justo al lado de la plaza. Hay unos directamente enfrente de la “Fonda La Martina”, donde encuentras típica comida nacional a precios económicos con buen sazón.

En la plaza encuentras monumentos, los voladores de Papantla, puestos que venden artesanías, puestos que venden cantaritos y por supuesto el letrero Tequila. Cruzando la plaza desde la fonda está el palacio municipal. Se puede entrar y admirar el mural al fondo. Hacía la derecha, contra esquina de la plaza se encuentra Mundo Cuervo. Definitivamente vale la pena entrar allí, sea para comprar productos cómo Tequila de José Cuervo, artesanías o artículos de mercadotecnia (aunque insisto que el cuervo de peluche parece pingüino). También se encuentran esculturas y artesanías. Los precios me sorprendieron tanto que tuve que comprar una botellota de Tequila.  

Estoy seguro que no se arrepienten de ir a este pueblo mágico. Ya uds. deciden si lo hacen como rodada de día (unos 600km ida y vuelta desde Puerto Vallarta) o como escapada de fin de semana. Me encantó tanto que he regresado 2 veces y es un hecho que volveré.

Buenas rutas y saludos en V

 


lunes, 28 de mayo de 2018

Hasta a la Moto le gusta el Aire fresco de las mañanas




Estoy leyendo actualmente el libro “Long Way Back” de Charley Boorman, aventurero, actor y escritor. Se trata de su largo camino de recuperación de un serio accidente en moto. Charley Boorman ha dado la vuelta al mundo en moto, participado en la carrera de Lisboa a Dakar, rodado de Europa a África, rodado de Irlanda a Australia… Sus viajes han sido publicados en varios libros y en documentales para la televisión. Creo que podemos coincidir que estamos hablando de un piloto de moto de alto nivel, un experto. Es por eso que me quedé un tanto sorprendido que escribe cómo le gusta salir temprano en las mañanas, cuando el aire es de lo más puro y fresco y que hasta el motor parece estar lo más “dulce”, sin aparentemente entender por qué (el motor anda mejor). Entonces pensé: si un piloto de la talla de Charly Boorman no lo sabe, tal vez hay muchas personas más que no lo saben y tal vez a uno que otro interesa aprender un poco.

¿Quiénes de uds. han notado que el motor parece tener más fuerza en una mañana fresca? Igual que Charley, siempre me ha gustado salir a rodar temprano, cuando apenas sale el sol y comienza la luz del día. Me gusta desde luego el poco tráfico a estas horas en carretera. Y sí, esta frescura de aire me encanta. Me da el sentido de un nuevo comienzo, no solo otro día. No importa que retos enfrenté el día anterior, una mañana fresca siempre eleva mi estado de ánimo. Y en cuando saco la moto, el motor se muestra de lo más alegre. Especialmente en las motos deportivas siempre lo he notado. La máquina se siente más potente, con más rabia. Si tuviera unos caballos de fuerza más. Si no me crees, espera un día en otoño o primavera cuando las mañanas son aún frescas, pero las tardes calurosas. Haz un esfuerzo y vete a rodar desde el momento que comienza salir el sol. De preferencia has una rodada de todo el día o mínimo para regresar en la tarde cuando el calor está en su punto máximo. Notarás la diferencia de cómo anda el motor en la mañana  versus la tarde. Lo tienes que notar. Bueno, a menos que eres un verdadero insensible y por lo menos sabemos entonces por qué te dejó tu pareja.

La explicación es simple. El aire fresco es más rico en oxígeno y un motor de combustión utiliza aire y gasolina. Piensa en los coches con turbo. ¿Te suena el término “intercooler” (=enfriador)? El aire es enfriado antes de entrar al turbo y por ende es más denso y más rico en oxígeno, lo que genera una mejor combustión lo que resulta en un motor con más potencia.

Así que si eres de los que les cueste levantarse temprano, aquí tienes otra buena razón de hacerlo para disfrutar aún más tu moto.

Hasta la próxima. Saludos en V



viernes, 18 de mayo de 2018

El Día que me hice adicto a la Moto




No recuerdo la fecha exacta, pero sí recuerdo bien aquel día en 2007 cuando me hice adicto a las motos. Fui con mi primera moto “grande”, mi Suzuki GS500. Iba solo a Mascota. Tenía pocos meses con la moto y apenas estaba aprendiendo. Pasaba tranquilamente por la carretera revirada, que en 2007 estaba en su mejor estado, de hecho. Me paré en varios puntos para tomar fotos del panorama montañoso. Llegué a Mascota sin saber qué hacer realmente. El chiste era rodar, disfrutar, aprender. Me senté en el Café Napoli a tomar justo esto, un café. Ya que no había más que hacer, comencé el regreso al terminar mi bebida.

Solo que ahora pasó algo. Donde empiezan a subir las curvas la Sierra Madre Occidental todo se volvió paz. Experimentaba un tremendo silencio, una tranquilidad sin igual. Lo más fuerte que escuchaba encima del sonido del motor, el cual parecía aislado, era mi respiración. Respiraba de manera relajada y constante. Inhalaba, exhalaba. Mi vista enfocada en la línea por trazar. Todo el cuerpo relajado. Pasé curva, tras curva, tras curva de manera sumamente relajado. Todo era muy fluido. Estaba en perfecta armonía con máquina y entorno.

Muchos kilómetros más adelante, bajando el otro lado de la sierra, experimenté lo que solo puedo describir como despertar. Era el momento que realicé qué algo extraño había pasado. De repente estaba consciente donde estaba y aunque sabía cómo llegué a este punto, la manera de haber llegado era diferente. Lo único que pude pensar era: “¡Guao!”. Haber experimentado esta tranquilidad al rodar con un sentimiento de seguridad sin igual, era algo increíble. Hasta se me puso la piel de gallina. En serio, era un sentimiento muy intenso, muy agradable. ¿Pero qué era lo que realmente ocurrió?

En aquel tiempo leí y escribí en un foro para el modelo de la moto, la Suzuki GS500. Me sentí algo apenado, pero quise saber lo que experimenté y lo describí en el foro. Esperaba casi que me calificaran de loco. Afortunadamente no fue así y me comentaba alguien que lo que experimentaba era el “flow”.

Investigué sobre el “flow”, que viene del Ingles significando flujo. Y sí, la manera que pasé este tramo de curvas era lo más fluido. Citando Wikipedia el flujo es lo siguiente: “El flujo también conocido como la zona es el estado mental operativo en el cual una persona está completamente inmersa en la actividad que ejecuta. Se caracteriza por un sentimiento de enfocar la energía, de total implicación con la tarea, y de éxito en la realización de la actividad. Esta sensación se experimenta mientras la actividad está en curso.”

El flujo se puede experimentar en cualquier actividad que nos apasiona. Algunos lo experimentan  bailando, otros escalando montañas y su servidor lo experimentó rodando. En este estado el cuerpo suelta endorfinas. Muchos creen que al rodar moto nos llenamos de adrenalina. Yo creo que eso pasa más bien cuando vamos al límite y cuando experimentamos casi-percances. Cuando vamos relajado y entregados a la actividad, cuando entramos a la zona, allí nuestro cuerpo suelta endorfinas. Es una hormona potente que nos provee el bienestar, motivación y felicidad. Por eso también es llamado la hormona de la felicidad, la cual también experimentamos al momento de un orgasmo, por cierto. Ahora sí tiene sentido. ¿A poco no?

Desde entonces empezó mi adicción a las motos. Cada rodada es solo el intento de volver a llegar a este estado de ánimo, igual que un drogadicto trata de repetir la sensación que obtuvo la primera vez. La diferencia es que mi adicción no es dañina. Bueno, siempre y cuando no me accidento. No logro llegar a este estado en cada salida en carretera. Todo tiene que encuadrar. Tengo que conectarme bien con mi máquina. Luego necesito un buen tramo de curvas y finalmente necesito que el tráfico me lo permita. Afortunadamente tengo muchas posibilidades alrededor. La carretera al Tuito, la carretera a Mascota. A veces lo permite el tráfico en la carretera a Compostela, aunque muchas veces no se da. Pero la carretera de Compostela a Chapalilla. Plan de Barrancas y mi favorita carretera, la 40 de Mazatlán a Durango. Cierto, la última me queda algo lejos, pero es un buen pretexto para ir a la Semana de la Moto en Mazatlán. No es tanto de ir al evento de motos más grande en México, sino la posibilidad de subir al Espinazo del Diablo.

El consejo que agrego es: si experimentas el flujo, si entras a la zona, mantén una parte del cerebro consciente para cualquier imprevisto que pudiera ocurrir. Sí, nos sentimos lo más seguros en esta zona, pero un animal cruzando la carretera nos pudiera despertar y causar una reacción contraproductiva. Así que, aunque las endorfinas invaden tu cuerpo, mantente alerto.

¿Y tú? ¿Qué día te hiciste adicto a las motos?