El otro día pasé con mi amigo Jonas y entre plática comentó que él quisiera una moto simple, sin electrónica, ni siquiera ABS, algo como antes pero comparable con su Multistrada. Una moto con prestaciones, cómoda, apto para viajar con maletas igual que simplemente ir al trabajo. Una moto que a la vez no está repleta de electrónica, sino que se puede arreglar como las motos de antes, pero sin ser una moto de antes, una moto vieja, pues.
Realmente coincido con él. Disfruté mi KLR650 gen 2 justamente por ser simple y sencilla. Una moto que puedes aun arreglar en camino. En grupos BMW he visto un número de personas que publica una foto de su tablero TFT a todo color con una advertencia, preguntando a qué se debe y qué hacer. Y lo único que queda en muchas ocasiones es ir al concesionario para que conecte el escáner. En modelos nuevos es muchas veces una falla en el software, ni siquiera es una falla real o preocupante. Pero sea como sea, el viaje ya se terminó hasta resolverlo, lo que cuesta algunos días.
La evolución ha traído mucha seguridad. Recuerdo mi primera moto con embrague anti-rebote. Qué chingón que bajas marcha y no se te bloquea la rueda trasera si estabas muy prendido y bajaste marcha sin sincronizar revoluciones del motor con la rueda trasera. Desde luego que un ABS es más rápido que cualquier simple mortal. Gracias al “fuel injection” no te preocupas de la altura en tus rodadas. Subes y bajas montañas sin tener que desarmar y reconfigurar un carburador. El arranque en frío o caliente al botón sin tener que jugar con el acelerador o ahogador es fantástico.
Pero de allí pasó algo. El fuel injection evolucionó y más y más sensores se agregaron para optimizar la combustión en cualquier circunstancia. Aunque gracias a los códigos de error aun es relativamente fácil encontrar una falla y muchas veces es de cambiar un sensor y ya.
Que la moto supervisa la presión de llantas está bien. Que la suspensión es electrónicamente regulada para adaptarse a cualquier suelo andando es una maravilla. Qué puedes elegir diferentes mapeos según circunstancias, clima o ánimos de rodar (Street, off road, rain, race…), pues qué chido. Obviamente, el siguiente paso es un menú completo para personalizar cualquier parámetro al gusto del piloto, aunque ya estarás programando y probando un buen de tiempo antes de salir por fin.
Todo es útil y mucho ayuda a la seguridad. No lo dudo, ni lo discuto. Sin embargo, todo esto ha llevado a
- precios exorbitantes de motos,
- servicios mucho más especializados y costosos
- que no hay manera que mantengas tu moto tú solo y
- que ni de chiste vas a poderla echar andar en ruta si algo te falla.
Hay otro aspecto que conlleva esta evolución. Muchos motociclistas hoy en día dependen de esta tecnología. Cuando salió la generación 3 de la KLR650 he visto mucho debate que si comprar el modelo con o sin ABS, el cual no es desconectable y afecta su capacidad de salir del pavimento. Tengo la impresión que hay motociclistas que no salen en una moto sin ABS, que se les hace peligrosísimo. Y, sin ofender a nadie, estoy seguro que hoy en día hay una generación de motociclistas que ni sabe manejar bien, sino que la tecnología de su moto les salva cada vez que ruedan. Me gustaría ver uno que otro sobre una moto antigua, sin electrónica, y ver qué pasa. No lo digo en mal plan. Realmente me gustaría saber sus impresiones.
Haría un llamado a las marcas para que contemplan una que otra moto simple, porque dudo que Jonas y su servidor somos los únicos anhelando tales motos hoy en día. Lamentablemente, dudo que sería posible con las regulaciones de emisiones cada vez más estrictas. Así que no queda más que buscar esta moto del pasado en buen estado y con poco kilometraje.
¿Ustedes qué opinan?