La nueva Ducati Streetfighter V4 y V4S con 208 caballos, 201kg en orden de marcha (180kg peso seco) y una velocidad máxima de 290km/h (¡no limitado por el motor, sino únicamente por la relación!). Se instalaron alitas en la frente como en las motos del GP para mantenerla en el piso. De hecho, también la nueva KTM Super Duke 1290 R incorpora unas alitas en el diminutivo carenado, a lo que dejan ver en los vídeos teaser.
Viendo estos datos me nace la pregunta, y creo que no soy el único, de: ¿cuando es suficiente?
Recordamos que la Hayabusa que salió en 1999 era la primera moto de serie superando los 300km/h (303 a 312km/h según tolerancias de fabricación). El año siguiente en 2000, los fabricantes de motos Japonesas y Europeas acordaron informalmente limitar sus motos a 299km/h, gracias a la prensa negativa que llamó a tal éxito de ingeniería "máquina suicida". Bueno, algunos fabricantes solo limitan el tablero, ya que llegando a 299km/h se puede observar en algunos modelos que siguen subiendo revoluciones.
Bueno, el punto es que hace 20 años nació el grito de "ya es suficiente" y las motos fueron limitadas en velocidad tope. Sin embargo, seguimos siendo humanos y tal parece que si nos ponen una regla nueva, lo tomamos como reto de evadirla pero sin romperla. Es como el niño al que castigas con no salir de la casa y de repente lo ves en el piso con los pies en la sala y el resto del cuerpo en la terraza. No salió de la casa, ¿verdad?
Ahora que están limitadas en velocidad tope, se exprimen más y más caballos a los motores. Aun recuerdo hace unos años que las motos deportivas de 1,000cc tenían unos 125CV, lo que hoy en día superan las de 600cc. Los mil siguieron aumentando a 149CV, 175CV, 180CV, 199CV hasta ya repasar los aparentemente mágicos 200CV. En la actualidad siguen el mismo paso las motos desnudas. Antes tenían los motores de las deportivas reconfigurados para obtener una entrega de potencia más utilizable, generalmente en el rango medio de revoluciones. Hoy en día van por motores igual de potentes.
Durante esta evolución es que a la par se desarrollaron muchas ayudas electrónicas para domar tales bestias. Un hombre normal mortal no podría controlar la fuerza que genera un motor hoy en día y hasta los pilotos más profesionales ya no pueden sin dichas ayudas electrónicas. La evidencia esta en cuando falla un sensor y el piloto sale disparado de su máquina. Me viene a la mente una carrera donde por un roce entre Marc Marquez (¿o era Jorge Lorenzo?) y Dani Pedrosa se le dañó el sensor de control de tracción y Dani salió a volar literalmente en la salida de la siguiente curva. El control de tracción era antes la mano derecha y párale de contar.
Ahora hay anti-wheelie; control de tracción; race ABS; suspensión electrónica; mapeos al escoger según cambio de clima, desgaste y tipo de llantas o nivel de combustible...etc.
Lo que se me hace muy interesante ahora es que a pesar de tanta electrónica, ahora se instalen alitas. O sea, ¿una moto tremendamente sofisticada y con electrónica de la vanguardia requiere hoy en día unas simples alitas de plástico para mantenerla al suelo? ¿Neta? ¿Hasta allí hemos llegado?
Será interesante de ver si la evolución sigue en esta dirección. Entonces veremos motores más y más potentes, motos más y más ligeras y alitas más y más grandes ... hasta 1 día, en un futuro muy lejano, a un genio se le ocurrirá: "Wey, ¿qué tal si le dotamos a la moto un motor con menor potencia pero manejable, mandamos a la chingada a tanta electrónica carísima y complicada de mantener, quitamos las alitas por innecesarias y pum ... tendremos una moto manejable y divertida a un precio accesible?" Pero qué loco, ¿no? Qué idea más descabellada.
Confieso que me late la idea. Sin embargo, también confieso que está chido que siguen exprimiendo tecnología, mecánica, ingeniería y lo que se te ocurre para desarrollar motos con cada vez mayores prestaciones. Porque de igual manera sigo las carreras de la Isla de Man TT cada año, donde cada año rompen récord de tiempo por vuelta y me pregunto: ¿Cómo es posible? ¿Cómo pudo bajar el tiempo aún? ¿Cuando llegan al límite de lo posible?
Y con esto respondo a mi misma pregunta de ¿cuando es suficiente? ¡Nunca! La naturaleza del humano es competir y cuando alguien dice imposible, otro toma el reto de comprobar lo contrario.
¿Y tú, qué piensas?
Saludos en V