Mi amigo, el Sueco Loco, me convenció de adquirir una moto enduro hace ya como 2 años. Que sea muy divertido. Que mejorara mi manejo en general. En resumen: que es lo máximo. La
verdad es que, por la trayectoria motociclista de Sueco Loco es una de las pocas personas a quien escucho cuando da consejos de motociclismo. Entre bromas y risas, siempre tomo muy en serio sus comentarios. Es muy probable
que no lo muestro y le doy carrilla en el momento, pero estando solo, doy serias consideraciones a sus consejos.
Lamentablemente, como muchos saben, la enduro que compré estaba muy mal manosiada y no había ningún líquido que no se fugaba y no habiá ningún cable sin falso
o corto. No, no exagero. Había un tramo de 15cm de cable hecho de pedacería de 3 cables de diferentes colores. No había ninguna conexión, solo eran conectados entre sí come que alguien agarró
del piso lo que encontraba para extender un cable hasta donde tenía que llegar. Solo dando UN ejemplo. Bueno, no es el tema. Tal vez, la enduro no me ha hecho mejor piloto aun, pero de que mejoró mi mecánica
no cabe duda.
De hecho, creo que el Sueco Loco se ha arrepentido en varias ocasiones de haberme convencido comprar una enduro. Tiene aun todas nuestras conversaciones de WhatsApp guardadas donde voy de un extremo a
otro en minutos, donde estoy eufóricamente en el cielo para luego aventar madres desde lo más profundo del infierno. A ver si algún día las publico, encontrando la manera de que sólo mayores
de edad tendran acceso por el lenguaje sumamente ilustre emocional. Claro, mis maldiciones nunca fueron en contra de mi amigo, siempre en contra de la moto y su(s) dueño(s) anteriores. Bueno, tampoco es el tema. La
moto ya funciona a la perfección. Algo que no se puede decir del piloto.
Las motos cross y enduro caen en Inglés en la categoría de "dirt bike", lo que significa moto sucia. Sea que las metes a campo travieso o pista de cross, naturalmente se ensucian
en cada salida de pies a cabeza...eh...de llantas a manillar. Luego, luego encontré la ironía de que justamente la moto sucia, mi "dirt bike", es la que más ando lavando de mis motos. Y no basta
de una leve lavada, desde luego no con un trapo húmedo como lo he hecho con mis motos deportivas del pasado o hasta con las motos de doble propósito del presente. No. Una enduro/ cross tienes que lavar por dentro
y fuera porque la mugre y el agua entra a todo. La cadena se oxida muy rápido. El filtro de aire se tapa pronto. Las conexiones eléctricas quedan húmedas, sembrando futuras problemas. Así que la
desarmo más seguido, quitando plásticos, asiento y tanque para lavar bien el cuadro, limpiar los conectorers con dieléctrico, lavar y engrasar cadena y filtro de aire...etc. Es un cuento de nunca acabar.
No por nada se miden estas motos en horas de uso y no en kilometraje. Para empezar, la mía ni tiene tablero. ¿Revoluciones? Al oir. ¿Velocidad? Al percibir el viento. ¿Distancia? A caso por GPS del celular,
si es que tengas señal por donde andas.
Llegando al punto... Esta moto me divierte un chingo. El torque, los paisajes, por donde puede pasar (aunque con otro piloto pudiera pasar por mucho más)... Cuando saco la moto, y aunque a veces
solo para moverla, pasar gasolina limpia por el carburador y cargar la batería andando, me nace en muy pocos metros una sonrisota dentro del casco. Es un juguete tremendamente divertido. Hoy siento este hormigueo que
me obliga a sacarla. Tengo tiempo. El clima está bien. Hay que aprovecharla, la vida es corta. Voy al patio donde la guardo. Y me la quedo viendo. El Domingo pasado le apliqué la limpieza profunda y ahora brilla
más que mis ojos que la vean. ¡Qué pinche dilema! Si la saco, al regresar estará sucia, mugrosa, igual que yo. Estaré sudando chorros, empapado, pegajoso... Este es el problema con este tipo
de motos. La diversión es seguida por trabajo, donde sudo aún más que andando.
Como puedes ver, querido lector, este tipo de motos viene con un problema inusual. Tenerla limpia es una satisfacción, pero usarla es otra satisfacción. Ambas satisfacciones son contrarias.
Escoges una u otra. Pues, para qué me hago... Estoy viejo, pero no tanto para dejarla estacionada limpiesita en mi sala para recordar los tiempos de uso. Aún me toca vivir estos tiempos de uso. Así que:
ingue su...vamos a ensuciarnos. ¡Hasta pronto!
Saludos en V
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