Después de que se me acabaron las llantas de fábrica de la KLR650, que para mi gusto no duraron mucho, busqué otra opción. Aunque esta moto es mi transporte diario, quise mantener el propósito de la moto de ser ambivalente, funcional en y fuera de carretera. En un grupo de Facebook de dueños de este modelo de moto, la gran mayoría menciona Michelin Sirac como la llanta perfecta para la KLR650. Si preguntas por una llanta 50/50 (=50% calle y 50% terracería), el modelo de llanta más mencionado es Michelin Sirac. El precio es bastante razonable, así que mi siguiente juego de llantas era Michelin Sirac.
Segui usando la moto por miles de millas (creo que llevan entre 2,000 a 3,000 millas) en pavimento y empedrado y el agarre de las llantas nunca falló. Te da tanta confianza que te empiezas a sorprender en el curveo, muchas veces inclinándote más de lo que pensabas posible. No me ha tocado probarla en lluvia, pero por el dibujo no espero ninguna sorpresa.
Cuando me preguntaba un amigo que si fueramos a rodar, decidimos ir por un camino mayormente de terraceria. El camino empieza en San Clemente de Lima al lado de canales de riego. Se cruzan varios vados, casi todos secos, solo 2 llevaban unos cm de agua. Se pasa frente a la entrada a Valle de Banderas, detrás de San Juan de Abajo, El Colomo, Fortuna de Vallejo, Nuevo Ixtlán y hasta salir a la carretera que lleva a Altavista. Lo he hecho varias veces en mi DRZ400E con llantas de tacones que pasan sin problemas por las piedras de los arroyos y la terracería. La pequeña Suzuki es un poco desabrida en el tramo de pavimento entre El Colomo y Fortuna de Vallejo, pero son solo un par de km. Mi amigo decidió llevar su KLR650 y para estar igualmente equipado decidí de llevar la mía también. De hecho, ya he tenido ganas de llevarla por este camino.
Ayer le quité la caja grande atrás (top case) y usé un bungee cord para fijar más el caballete central que fuera de carretera golpetea for falta de fuerza de los resortes. Listo para el ligero off road.
Segui usando la moto por miles de millas (creo que llevan entre 2,000 a 3,000 millas) en pavimento y empedrado y el agarre de las llantas nunca falló. Te da tanta confianza que te empiezas a sorprender en el curveo, muchas veces inclinándote más de lo que pensabas posible. No me ha tocado probarla en lluvia, pero por el dibujo no espero ninguna sorpresa.
Cuando me preguntaba un amigo que si fueramos a rodar, decidimos ir por un camino mayormente de terraceria. El camino empieza en San Clemente de Lima al lado de canales de riego. Se cruzan varios vados, casi todos secos, solo 2 llevaban unos cm de agua. Se pasa frente a la entrada a Valle de Banderas, detrás de San Juan de Abajo, El Colomo, Fortuna de Vallejo, Nuevo Ixtlán y hasta salir a la carretera que lleva a Altavista. Lo he hecho varias veces en mi DRZ400E con llantas de tacones que pasan sin problemas por las piedras de los arroyos y la terracería. La pequeña Suzuki es un poco desabrida en el tramo de pavimento entre El Colomo y Fortuna de Vallejo, pero son solo un par de km. Mi amigo decidió llevar su KLR650 y para estar igualmente equipado decidí de llevar la mía también. De hecho, ya he tenido ganas de llevarla por este camino.
Ayer le quité la caja grande atrás (top case) y usé un bungee cord para fijar más el caballete central que fuera de carretera golpetea for falta de fuerza de los resortes. Listo para el ligero off road.
Sin embargo me quedé pensando en las llantas, ya que no son de tacones. Muy pronto me di cuenta que mi preocupación era en vano. Al principio me costó confiar en las Siracs en curvas de terracería, especialmente en suelos arenosos. Empecé a agarrar más y más confianza y cuando menos pensé iba a un buen ritmo, fluido y disfrutando el paisaje y pequeños brinquitos saliendo de los vados. Claro, no brinco los 200kg de la KLR650 como los 130kg de la DRZ400E. Además estoy en la edad donde las fracturas ya sanan más lentos. Tampoco quise tirar mi transporte diario, aunque ya lo había hecho en pavimento y las defensas cumplen su función de maravilla. Bueno, trato más de mantenerme arriba de la moto.
Al final del día quedé impresionado de las llantas. Subidas y bajadas aun con frenadas en todo tipo de suelos y ninguna sola vez se me deslizó una rueda. El agarre nunca fallo, ni en grava suelta, ni en arena, ni cruzando piedras de los arroyos secos. El torque de la máquina la sacó y la subió a todo que encontrábamos y las llantas nunca perdieron agarre.
Si algún día doy la vuelta al mundo solo, la KLR650 será mi elección de moto. Y sin pensarlo dos veces, la equiparía con un juego de llantas Michelin Sirac.
Cabe mencionar que ni Michelin ni ningún llantero me patrocina. Soy un simple aficionado (u obsesionado) de las motos.
Igual, si las encuentro en las medidas correspondientes para uso sin cámara, probaré las Sirac en mi R1200GS para ver cómo se comparan con los Conti TKC70.
Saludos en V
Excelente relato es justo la info que necesitaba.
ResponderBorrarSaludos desde Uruguay