viernes, 8 de septiembre de 2017

Las Razones Equivocadas


Normalmente hablo de todas las razones por que rodamos, por qué nos encantan las motos. Sin embargo, conforme pasaron los años he conocido un número de personas que andan en moto por las razones equivocadas. Algunos empiezan por una razón equivocada y luego descubren la pasión al motociclismo. Sin embargo hay aquellos que no captan ni un pedacito de lo que se trata el motociclismo.

Hay aquel que se compra la moto para verse bien. Le gusta cómo se mira encima de la moto. No se preocupa por mejorar su manejo y normalmente no se acerca mucho a los que sí ruedan bien, porque no quiere romper su ilusión. Con lo que él se ve bien, aunque principalmente ante personas que no saben de motos, con eso basta. Lo he visto mucho en el ámbito de las motos deportivas, pero tal vez solo porque era mi principal ámbito. Puede ser que existe también con otros tipos de motos. Usan la moto, una de las más potentes, para darse vueltas en el centro de la ciudad o para ir a los antros. Se trata de ver y ser visto.

Existen también personas que se compren moto para pertenecer a un grupo. Puede ser que sus amigos se hicieron de motos y quiere seguir perteneciendo al grupo de amigos o ha visto grupos o moto clubes y quiere entrar. A veces es por el gusto a los convivios o por aparentar más rudo ante el resto de su familia. Principalmente usa la moto para llegar a reuniones, eventos y convivios. Lo he observado tanto en moto deportiva como en chopper. Digamos que es un medio de transporte fiestero.

Unos pocos coleccionan motos. Les gusta verlas, no necesariamente manejarlas. Supongo que es como coleccionar cualquier otra cosa como estampas, figurines, autos a escala…etc. Solo son personas más solventes con gustos más caros.

Otro personaje es aquel que usa la moto para comprobarse ante otros. Quiere ser el más chingón. Es parecido al primero que se quiere ver bien, pero lo lleva a un paso más allá. Confunden rodadas con carreras y tienen que llegar primero sea como sea, en dado caso con rebases kamikaze. También puede tender a hacer acrobacias, endos y caballitos. La cosa es que cuando van solos, manejan normal. Pero el momento que hay un “publico”, se transforman para dar espectáculos. Digo, a cada uno nos pasa que nos damos un pique con alguien de vez en cuando. Mientras se conocen y saben hasta donde es sano y divertido. Aquí hablo de aquellos que cada vez tienen que ser los más rápidos o chingones. No se trata de un pique de vez en cuando, sino de comprobar que son los mejores.

Ahora bien. Cada quien es libre de hacer lo que le plazca. No trato de juzgar. Entonces, ¿por qué digo que son razones equivocadas para adquirir una moto? Para empezar, solo son razones equivocadas para mí, no necesariamente para todos. Mi manera de disfrutar una moto es rodando en carreteras abiertas, disfrutar el paisaje, coger unas buenas curvas, también disfrutar la aceleración según tipo de moto. Sentir el viento, inhalar los aromas de hierbas, mar, libertad. El estado emocional de pasar una carretera revirada como la del Espinazo del Diablo donde pasas de curva en curva en curva en curva… Eso es adictivo para mí. Disfrutar una moto para lo que fue hecha, rodar y disfrutar. No necesito público para eso. Mis mejores rodadas fueron solas o acompañadas por mi pareja. Nunca me importó cómo me veo en una moto. Muchos me han dicho que por mi estatura me veo chistoso en una deportiva 600, me queda mejor una mil. Para mí no es importante, porque disfruto ambas. La aceleración descomunal de una mil igual que el rango de revoluciones de una 600. Ambas motos puedo llevar rápido o de paseo y disfrutar ambos manejos. No se trata de un accesorio de moda que me hace ver de una u otra manera. Me importa lo que me transmite la moto, cómo me siento, cómo nos llevamos juntos, cómo nos acoplamos.

La ZX6R del año 2007/ 2008 siempre ha sido la más fea para mí. Los faros se me parecen afeminados y la frente redonda algo gordita. Sin embargo tuve una, porque al momento que me subí y la manejé, me causó una sonrisota en el casco y desde el asiento del piloto no se veía qué tan fea (pensaba que) era. Desde luego nadie pudo ver cómo nos veíamos si pasaba a 240km/ h. Con el tiempo hasta le agarré carriño a su formas.

Pienso que es algo muy importante de no prejuzgar una moto por su aspecto. No me quiero privar de la oportunidad de conocer algo nuevo. Por eso me encanta probar motos diferentes. Sea deportiva, naked, doble propósito, café racer, cross, chopper. Imagínate que me pierdo encontrar la moto de mi vida porque no la pruebo por su aspecto.

Otro aspecto que me convence que son razones equivocadas de andar en moto es la seguridad. Si solo andas en moto para verte bien, no estas mejorando tu manejo nunca y un error de otro puede tener graves consecuencias. Si solo manejas moto para pertenecer a un grupo pero por dentro te mueres de miedo andando, eres un peligro para ti y los demás. Desde luego que si vas pasado tu límite para ser el más chingón, pones en riesgo tu vida y la de los demás que no tienen la culpa. No hay riesgo si coleccionas motos, solo me da cierta tristeza ver las máquinas paradas sin ser usadas para lo que fueron hechas. Bueno, ese soy solo yo y mi sentimentalismo.

Hasta hoy en día siento nerviosismo antes de salir a un viaje largo. Me pasan por la cabeza mil cosas que pueden salir mal. Siempre existe la posibilidad de no regresar y/ o no llegar. No duermo bien la noche anterior y siento el nerviosismo en mi estómago. Pero cada vez que arranco, se apodera una calma de mí sin igual. Todos mis problemas desaparecen. Durante el viaje estoy libre, formo parte del entorno, del universo. Estoy conectado con máquina, camino y clima. Espero que nunca se me quite este nerviosismo antes de salir de viaje. Revivo la lección de la vida más importante cada vez que salgo: lo difícil es dar el primer paso.

Mi consejo es simple: sea como sea la razón por la cual te hiciste de una moto, date la oportunidad de descubrir la verdadera pasión. No te arrepentirás.



Saludos en V



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