domingo, 16 de diciembre de 2018

BMW RnineT 2018



Mi pasión por las motos me ha regalado un sinfín de inolvidables momentos. En esta ocasión, la misión era llevar la BMW R nine T de mi amigo de Vallarta a Guadalajara para su primer servicio de 1,000km, probablemente el servicio más importante en la vida de una moto. El kilometraje estaba bien tanteado para completar estos mil km con el viaje de poco más de 300km de ida. Hice la cita en Jürgen Motors para las 11:00 de la mañana. Saliendo del servicio iría a Chapala para visitar otros amigos, que me brindaran hospedaje y como descubriría hasta una posada de casi toda la noche en desventaja de mi hígado.

Hace unos dos años y cacho pude manejar la primera generación de una R nine T por un fin de semana. En cuando traje la de mi amigo a mi casa en la noche antes de ir a Guadalajara, le pregunté al llegar a mi casa si la suspensión era original. La moto está repleta de accesorios, agregando muchos deleites para la pupila y pensé que tal vez contaba también con otra suspensión. Sin embargo, me confirmó que era la original. Sentí luego luego que esta R nine T no era tan dura como la de la primera generación, la cual era una verdadera afloja-resinas y sin opción de suavizarla, porque solo era ajustable la precarga del amortiguador trasero. Como se puede apreciar en una de las fotos, ahora cuenta con suspensión completamente regulable. El reglaje que lleva es firme, más no duro como su antecesora. Primer sonrisa. Bueno, segunda, ya que al verla nació inevitablemente la primera.
La estética es subjetiva y cada quien tiene sus preferencias y estándares de belleza. La R nine T es del estilo cafe racer, entrando a la tendencia de moda de las máquinas retro con tecnología de vanguardia. Aun teniendo el gusto por las cafe racer, seguramente no a todos se les hace estético un motor boxer bicilíndrico con los cilindros opuestos saliendo como alas por ambos lados. A mi en lo personal me encanta el motor, conociéndolo bien de mi R1200GS. Es un concepto de motor comprobado por más de 30 años, que brinda kilometrajes rara vez alcanzados por la competencia mientras es de sumamente fácil mantenimiento. A mi me cautivó poco a poco por su fiabilidad, después por sus sonidos y al final terminé enamorado hasta por su estética peculiar. Y viéndolo ahora vestido con estas bellas tapas con detalles dorados... Es simplemente hermoso para mi y contemplando todos los acentos que lleva esta moto en particular, la imagen completa es casi perfecta. Digo casi, porque en mi opinión muy personal, los retrovisores rompen con la línea de la moto. Unos espejos colgando por debajo de los puños, dando visibilidad por debajo de los codos, perfeccionarían la estética retro. Sin embargo, no sé si los cambiaría después de haber manejado la moto, porque estos retrovisores funcionan de maravilla. Si tuviera la oportunidad de probar los mencionados espejos, verificaría si no se sacrifica visibilidad hacia atrás. Si fuera el caso me quedaría con los originales bajo el lema forma sigue función (form follows function).


Una cafe racer no es una moto ideal para viajar. No hay muchas opciones de llevar equipaje y menos para llevar equipaje y acompañante. Así que llevo mochila en la espalda (de tela, no de carne y huesos), lo cual siempre es algo incómodo. Como iba al primer servicio a penas, me apegué a las indicaciones de la marca que me pasó mi amigo y mantuve las revoluciones debajo de 5,500 hasta llegar a Jürgen Motors. Estuve casi siempre alrededor de 4,000. Gracias al torque del boxer de 1,200cc, no es necesario exprimir las revoluciones para obtener una buena entrega de la manada de 110 caballos. Y una vez pasando Compostela para entrar en la aburridísima autopista para asegurar llegar a tiempo a la cita, no había ni manera de sobrepasar 5,500 revoluciones. Entre 4,000 y 4,500 viaja uno a 120km/ h. Sin mica, sin cubre-puños y con un frío de la chingada, ni siquiera hubiera podido acelerar más. Con los dientes temblando y completamente desprotegido del viento es difícil disfrutar el estilo minimalista al máximo. En mi mente sonaba como disco rayado lo repetitivo de: no mames, no mames, no mames, no mames...desde Compostela hasta El Arenal. En una ocasión rebasó un autobús de pasajeros a un trailer y tuve que bajar a 80km/h y lo único que sentí era alivio. Lamentablemente, no pude ir más lento para no llegar tarde y cuando pude, subí de nuevo a 120km/h. Chingue su ..., soy rudo. Vamos, sí puedo. Fue allí donde prendí la calefacción de los puños. Nadie se va a enterar que no soy tan rudo como aparento. Además, si me muero de frío, tampoco soy rudo, sino pend..o. La calefacción funciona muy bien. A través del único botón se escoge lo fuerte que la quieres. Apretando una vez se muestra en el tablero el símbolo del puño con 2 puntos, entregando la máxima calefacción. Oprimiendo el botón una segunda vez baja la temperatura y se muestra solo 1 punto en el tablero. Oprimiendo el botón una vez más, se apaga. Funciona perfectamente bien. Solo la posición del botón es rara, muy encima del mando derecho. Es difícil de llegarle con el pulgar derecho mientras aceleras como en autopista. La otra opción sería cruzar con la mano izquierda, que tampoco es ideal. Allí no sé que pensó el ingeniero Alemán. Tal vez pareció buena idea sentado en su escritorio. Vaya, es un detalle y muy probablemente no se usará mucho la calefacción de puños en un destino de playa.
Hablando del tablero. Realmente son dos relojes redondos que van al estilo. Dos agujas muestran velocidad y revoluciones. Cada reloj incorpora una pequeña pantalla digital. A través del botón de menú del mando izquierdo, que por cierto es mucho mejor posicionado que el botón de calefacción de puños del otro lado, se escoge qué quieres ver en cada display. Moviendo el botón hacia arriba cambia el display izquierdo y hacía abajo el opuesto. Ahora viene otra peculiaridad. Del lado izquierdo puedo escoger entre hora, odómetro, trip 1, trip 2 o temperatura motor. Del lado derecho me puede mostrar fecha, consumo promedio, velocidad promedia o un laptimer. Pues, me gustaría ver la hora y odómetro o trip 1. La moto no muestra el nivel de gasolina y sabiendo el kilometraje y el alcance del tanque podría saber cuando debo rellenar. La hora es siempre bueno saber, especialmente para una persona puntual como su servidor. Desafortunadamente, la configuración no me deja ver ambas cosas al mismo tiempo, ya que ambas se encuentran del lado izquierdo, mientras del lado derecho tengo opciones para mi irrelevantes. O sea, ¿para qué necesito saber la fecha en moto? ¿A caso me pierdo tanto al rodar que ya ni se qué día es? ¿La velocidad promedia o el kilometraje por litro me sirve exactamente para qué en la rodada? Laptimer se podría utilizar en una competencia de cafe racer en circuito, pero ¿cuantas competencias de estas hay? Y honestamente, ¿arriesgar una moto tan exclusiva en un circuito? Bueno, tal vez habla solo mi pobreza.
La moto en sí nació para las curvas. Tramos como la subida a Compostela, Plan de Barrancas en la autopista y desde luego el tramo de Ameca hasta Las Palmas son orgasmicas en esta moto. La combinación de suspensión, llantas, amortiguador de dirección, las dimensiones y la entrega del motor es hecha para tramos revirados. Allí no importa la falta de protección del viento. Allí no importa la escasez para llevar equipaje. Allí lo único que importa es la fluidez y facilidad con la que puedes llevar la R nine T de izquierda, derecha, izquierda, derecha, derecha, izquierda... Muchos ven el motor y piensan que van a rozar los cilindros tal vez. No te preocupes. El motor está situado bastante alto comparado con los posapies, los cuales todavía cuentan con largos avisadores por debajo. Si rozas un cilindro, ya estás en el suelo y tienes más problemas. Subir esta moto por el Espinazo del Diablo debe ser sino lo máximo, muy cercano.

Ya después del servicio pude aprovechar el rango completo de revoluciones, aunque es más el torque en bajas que los caballos en altas que mueven esta moto. Me parece que es el motor más utilizable en una moto en la vida real que he probado. No te intimida con sus 110 caballos y todo el torque es muy utilizable en carretera y ciudad. Recuerda la fiabilidad del motor y no puedo recordar ningún otro motor que pudiera estar a la misma altura. No soy piloto profesional, pero soy una persona normal apasionada, una persona como tu, y he manejado muchas motos diferentes. Si digo que es el motor más utilizable en la vida real, es por algo.

El escape Akrapovic le va de maravilla. Me gusta desde su decente apariencia con un gravado de la marca casi imperceptible hasta su sonido. Toca unas notas muy bonitas, con muchos bajos, en un volumen ideal, no enfadoso pero notable. Desde luego va el sonido con el estilo cafe racer. Es perfecto.

El freno es como el motor, muy utilizable. Tiene un buen tacto para medir la fuerza de la mordida. Brembo con ABS es casi siempre una garantía. Menos en la Hayabusa, pero allí es por la bomba Nissín (teniendo calipers de Brembo) con diámetro inadecuado en mi opinión. Tampoco funcionó muy bien en la primera generación de R nine T, ya que el tacto era muy esponjoso para mi gusto.

En pavimento muy parchado se porta un poco brincona por la suspensión firme. Sin embargo, en el empedrado de Mascota, uno de los peores que existen probablemente, se porta más que bien, pasando entre primera y segunda marcha, según el estado del empedrado. Así que cuando viene pavimento castigado, mejor bájale un poco.

La posición de manejo me queda muy bien. Muchos dicen que la moto se ve pequeña conmigo encima (mido entre 1.82-1.85m según peinado) y por su facilidad de llevarla si se hace sentir como mini moto. Sin embargo es muy cómoda para mi. La posición es ligeramente hacia adelante, pero lejos de una deportiva. En ningún momento sentí las muñecas cargadas. El asiento que en muchas cafe racer es una tabla tapizada, en este modelo es suficientemente cómodo para devorar varios cientos km. Además, los materiales son de primera, favoreciendo ojos y tacto por igual.

En resumen, es una moto divertidísima. No la puedes juzgar por falta de protección de viento o capacidad de llevar equipaje, porque si escoges una cafe racer, no la escoges para viajar. Sería como juzgar una deportiva por su manejo en ciudad. La escoges para divertirte con estilo y allí es donde cumple su propósito y sobrepasa expectativas. La R nine T es completamente funcional y une lo moderno con lo retro a la perfección. Los pequeños detalles como la posición del botón de calefacción de puños y la configuración de opciones de los display son más que perdonables. Ya son quejas de lujo, la verdad. Los retrovisores son cuestión de gustos y las prioridades personales entre funcionalidad y estilo.

Espero que hayan disfrutado mi reseña aunque sea una fracción de lo que disfruté la R nine T. Sigo sonriendo.

Antes de despedirme cabe mencionar el extraordinario servicio de Jürgen Motors. La atención de Gerardo y su equipo ha sido impecable. Me dieron la bienvenida como si estuviera llegando a casa de un viejo amigo. La agencia, que únicamente vende motos de la marca BMW (no coches), tiene un inventario de motos impresionante en la sala de exhibición. También cuenta con un extenso surtido de ropa para motociclista.

Saludos en V



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