Cuantas veces no me han preguntado: ¿Cuanto corre tu moto? O si hablamos de ir a otro lugar: ¿Cuanto haces en moto? En específico me han preguntado muchas veces cuanto hago de Puerto Vallarta a Guadalajara, por ejemplo. Si contesto que de 3 a 4 horas, te quedan viendo escéptico para luego decir: "¿Cómo? Hago 3 horas en coche." Ey, seguro. Tardas 45 minutos solo de salir de la Bahía desde Puerto Vallarta con todos los semáforos que hay. Digo, en coche donde no puedes ni siquiera pasarte hasta adelante en semáforos. Luego, si te toca un trailer en la subida a Compostela, en lo más revirado de la carretera, seguramente lo pasas encima. Bueno...
En primer lugar hay que entender que no salgo para competir. Para esto están las pistas cerradas donde se organizan track days y clínicas de manejo en un ambiente seguro y con ambulancia presente. Allí si te quieres medir, adelante.
Siendo honesto, también ya dejé muy atrás la edad donde sentí que tuviera que comprobar algo a alguien o a mí mismo. Claro, en algunas salidas cercanas sobre carreteras muy conocidas entro de vez en cuando a un "pique" con mis amigos, pero sin poner en riesgo descabellado ni a mí ni a mis amigos. No tengo problema de dejar a pasar a alguien que tiene un ritmo más rápido. No tengo patrocinadores que me arreglen mi moto, si la tiro. Me cuesta a mí. Afortunadamente, sí tengo un seguro de gastos médicos mayores, pero créame que prefiero mantener mis huesos intactos ante esos enfadosos periodos inconvenientes cuando te curas una(s) fractura(s). Y por último, he perdido demasiados amigos en carretera y no quiero que la gente que me importa tendrá que colocar una cruz con mi nombre al lado del pavimento. En fin, si regreso sano y con la moto intacta, puedo salir lo más pronto posible de nuevo.
Para mi lo más importante para elegir la velocidad adecuada es mi sentir. Manejar moto no es algo que se hace por lógica. Un coche es más práctico, más seguro, más espacioso...etc. Manejo moto por cómo me siento al hacerlo. Por eso pongo mucha atención en cómo me siento en el momento. Siempre he dicho que existen días cuando nos sentimos desconectados de la moto. Me gusta describirlo cómo que estoy encima de la moto. También existen estos días cuando todo encaja, cuando nos sentimos uno con la moto cómo si fuera la extensión de nuestro cuerpo. Estos días, todo fluye, todo se siente seguro. Sientes por donde pasa la llanta cómo si estuvieras pasando tu dedo por el pavimento. Puedes sentir el agarre y cuando empieza a disminuir. Estos son los días que nos hacen adictos. No hay nada en el mundo que te da esta sensación. Ok, ya. Antes de perderme en la euforia del motociclismo... Lo único que hago en los días cuando me siento encima de la moto: bajo mi ritmo. No me siento conectado, por ende sé que mis reacciones son más lentos, proceso más lento información, me pierdo detalles por estar desconcentrado. Por eso, bajo la velocidad y escojo un ritmo que va con mi sentir. Si he trazado alguna curva en especial en mis días unidos a la moto con unos 120km/ h sin sentirme al límite, por ejemplo. En mis días desconectados, tal vez la paso a 80km/ h. Escojo un ritmo menor, donde me siento seguro, envés de darle a fuerzas la velocidad que ya había logrado allí. Escucho a mi interior y le hago caso, porque si estuviera trazando a 120km/ h todo inseguro, al momento que pasa un imprevisto, sé que no reacciono adecuadamente.
Entiende una cosa muy importante: ¡El número en el velocímetro solo es importante para tu ego! No es prioritario para sentirte bien rodando. Puedo llegar más lento con la misma sonrisa en la cara. De eso se trata rodar.
Ahora, si voy de viaje algo más lejos de la vuelta dominguera normal, desde luego escojo un ritmo más lento. Por ejemplo, en vueltas a Guadalajara el mismo día (ida y vuelta) voy desde un inicio en plan de turistear. Me tomo mi suero antes de salir (probablemente otro y hasta 2 más durante el día), para prevenir calambres, y voy alegre, pero jamás al límite. La idea es no cansarme pronto para tener reservas de energía para cualquier imprevisto. Voy sin presión de tiempo, relajado. Me gusta pararme para tomar fotos, porque al verlos de nuevo revivo los momentos. De todos modos tengo que echar gasolina varias veces, porque el rango de una moto deportiva no va más allá de 200km por tanque. Dependiendo de mi mano derecha lo puedo acabar en menos de 150km. Últimamente también trato de evitar autopistas. Llegar a 250, 270 o más km/ h se siente chido por un momento, pero sí enfada en tramos largos. Solo te cuadras la llanta trasera. De todos modos, lo que excita son curvas.
Una vez me recomendaron una ruta a Chapala donde me perdí. Anteriormente, en una ocasión hice el viaje en 3 horas 15 minutos por autopista sin tardarme en ningún lugar y con la suerte de un tráfico muy ligero. Era lo más rápido que he hecho este recorrido sin siquiera llegar a mi velocidad máxima alcanzada. Todo fluyó. La vez que me recomendaron la otra ruta me perdí y gracias al escaso señalamiento duré 5 horas en llegar. ¿Y qué creen? Me divertí de lo más chido. Puedo decir que allí comprobé que el camino es el destino del Biker. Por cierto, de regreso (2 días después) también me perdí. Así anduve de pendejo este viaje, pero era uno de los qué más me encantaban.
Entre más tiempo ando montado en la moto, más conectado estoy con ella y en automático sube mi ritmo durante un viaje. La clave es: no esforzarte. Siente la moto. Mantente relajado. Si tratas de ir hora tras hora al límite, cansarás cuerpo y mente muy rápido, aumentando rápidamente tu riesgo de accidente. Lo cierto es que a veces llegas más pronto quedándote más tiempo en un lugar (para descansar).
Buenas rutas, carnales. Saludos en V.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario