sábado, 20 de mayo de 2023

¿Qué moto comprarías si el dinero no fuera impedimento?

 



Acabo de ver la siguiente pregunta en una publicación en la red social azul: “Si el dinero no fuera un impedimento, ¿qué moto te comprarías?” Me dejó muy pensativo.

Cuando empecé en el motociclismo, siempre anhelé una moto fuera de mi alcance. Primero era una R1, que años después sí alcancé. Mientras manejaba deportivas, naturalmente quería siempre la más nueva. En cada compra-venta mermaba la diferencia de años entre la mía y la del año. 




Comparaba cada mes la revista Motociclismo y me encantaba cuando cada año salía un catálogo con todas las motos del año y sus características. Siempre estaba al tanto de estrenos de nuevos modelos. Cuando salió en 2012 la Super Duke, se convirtió en mi nueva favorita. Gracias a un amigo pude manejarla y si es encantadora. 

Conforme que avanzaba el Internet, las revistas quedaron en el pasado. Otro punto era que cualquier comparativa era narrada exactamente igual. 3 o 4 reporteros probando el mismo número de marcas diferentes con modelos del mismo segmento. El resumen era siempre el mismo, cada uno prefería un modelo diferente y la gran cantaleta era que depende del uso y las preferencias de cada consumidor. Y sorprendentemente, cada marca tenía una página completa comprada para su anuncio. Ni modo que la revista diga la neta y balconea una de las motos como la peor, si la marca pagó parte de la elaboración de la revista. 

Hace días estaba hablando con un amigo que comprará una moto nueva y pidió mi opinión. Tuve que decirle que no estoy al tanto de estrenos de modelos. Y ahora vi la pregunta mencionada en una publicación. Allí me di cuenta que tengo años de no seguir los estrenos del mercado y que quedé un tanto anticuado. Sin embargo, también me di cuenta que realmente me vale. No es que pierdo el interés en el motociclismo. Todo lo contrario, me gusta cada día más. Disfruto rodar como poco en mi vida. Nunca sabré la respuesta sobre si lo mío es pasión o pasó a ser obsesión. Podría ir a ver un psicólogo, pero este tiempo de sesión, mejor lo uso para rodar. 

Analizándolo bien, lo que me gusta es rodar. Afortunadamente he tenido la oportunidad de manejar muchas motos diferentes y cada una me ha divertido, me ha hecho sonreír. Puedo disfrutar una deportiva, una desnuda, una enduro, una doble propósito, una chopper, una café racer, una alta cilindrada, una baja cilindrada, una moto nueva, una moto vieja… Lo que realmente me encanta es el sentido de libertad, el aire que me pega, la sensación de curvear, el despliegue, que me lleva a lugares de difícil acceso…etc. Supongo que también me encanta estar solo, dentro de mi casco o más bien dentro de mi cabeza. Este lado del motociclismo va muy bien con mi naturaleza introvertida. Un paisaje se disfruta más encima de una moto que detrás de una ventana de un coche, porque estimula más sentidos como el sentir del aire y el olfato. 

Cualquier moto nueva en el piso del distribuidor o en una presentación en una exposición luce hermosa. El olor a nuevo. El brillo del carenado. Lo impecablemente limpia que es. Justo lo último es algo que no se debe de disfrutar demasiado. Una moto impecable es indicio de que no ha sido disfrutada. Una moto sucia con unos rayones de uso tal vez no luce tan espectacular, pero fíjate en la sonrisota del dueño, esta agarró brillo mientras los kilómetros lo restaban a la moto.  
Otro punto que me aleja más y más de motos nuevas, aparte del precio (maldita pobreza), es la electrónica. Siempre estaré a favor de hacer las motos más seguras, pero no me da confianza viajar con una moto que envés de mecánico requiere alguien de sistemas o informática. ¿Qué se puede hacer si en medio de la nada te aparece a todo color en tu pantalla TFT el aviso de visitar al distribuidor más cercano? ¿Aparte de parches, compresor, herramienta básica, llevas una laptop y cable que conecta con la moto? Honestamente prefiero viajar en una moto más vieja que conozco bien y que me da la oportunidad de hacerle arreglos si sea necesario. No quisiera terminar el viaje con llamar a la grúa y esperar qué me dice la agencia. 

Entonces… Si el dinero no fuera un impedimento, ¿qué moto me compraría? En este momento, ninguna. Agarraría el dinero para viajar en la que tengo. ¿Y tú?

Saludos en V





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