lunes, 7 de noviembre de 2016

Doble Propósito vs Deportiva


La moto deportiva fascina sin duda alguna a muchas personas, sea motociclista o no. Atrae las miradas por doquier. Aun estacionada es una expresión de velocidad, de emociones fuertes, de adrenalina, tal vez de peligro. Aunque tenga faros, direccionales, porta placa…etc., la moto deportiva es una máquina sin compromisos y con un solo propósito: ir rápido.

La moto doble propósito por otro lado es sinónimo de viajar, del vaquero solitario moderno siguiendo al sol del atardecer, funcionalidad sobre belleza, practicidad, madurez…etc. Desde luego la asociamos con motociclistas de avanzada edad, maduros, que prefieren ir cómodos sin comprometer espalda y muñecas.

Entonces, ¿cómo demonios llegué a cambiar la moto deportiva por la de doble propósito? ¿Sea que aunque no quisiera reconocerlo, acaso me llegó el viejáso? Bueno, les diré mis razones y juzguen uds.
 
Pero primero lo primero, porque ya oigo la pregunta de siempre: ¿Qué moto es mejor? No existe LA respuesta. La respuesta tienes que encontrar tú mismo. Prueba ambos y sabrás qué moto es mejor PARA TI. No hay nadie más quien te puede contestarlo. Siempre he dicho: la mejor moto es la que tienes entre las piernas, porque es la única que te transmite sensaciones.

He manejado casi una década motos deportivas. He tenido 3 modelos ZX6R y al final una R1. Además he probado una buena cantidad de modelos deportivos desde una Ninja 250 hasta una Hayabusa. Manejar una deportiva es simplemente encantador. Más que la velocidad tope es la aceleración fuera de mundo que encanta. Quien no ha experimentado ser lanzado sobre 2 ruedas de 0 a 200km/ h en 7-8 segundos, no sabe de qué hablo. Luego cuando mejoras tu manejo, sumas experiencia y disfrutas curvear, vives algo indescriptible. Estos momentos cuando estas conectado con la máquina al 100%, cuando la sientes como la extensión de tu cuerpo, entras en un estado emocional-espiritual. A pesar de la velocidad, el mundo se vuelve lento. Tu mirada clavada al horizonte, tu respiración tranquila, a pesar de escapes y motor el mundo se vuelve silencioso. Escuchas tu respiración. Todo fluye. No existe más que la siguiente curva. Sientes el pavimento como si las llantas fueran tus dedos de la mano. No hay frenadas bruscas, ni aceleraciones. Vas de curva en curva casi con el puro control del acelerador. Fluido, suave, de lado a lado, percibes olores de hierbas o del mar. No existe el miedo, no hay problemas, no hay estrés. Estas en armonía con moto, carretera, entorno y hasta con el universo entero. Sí, es una experiencia emocional-espiritual.

Sin embargo, con el tiempo te das cuenta de factores que merman la experiencia. Entre rodada y rodada hay que darle mantenimiento a la máquina y una deportiva es demandante en este aspecto. Llantas se acaban rápidamente, especialmente si tu manejo demanda agarre. El carenado que corta tan eficaz el viento se vuelve trabajoso para mantenerlo en buen estado. Las vibraciones e imperfecciones de las carreteras causan que se agriete, que se afloje. Si entras al empedrado, eso empeora el asunto. Constantemente estuve revisando, verificando, arreglando mis motos. Porque si vas a altas velocidades, más vale estar seguro que tu máquina está al 100. Échale matemática. Si corres 270km/ h, pasas cada segundo 75m. ¡Quiere decir que el segundo que verificaste tu velocidad en el tablero, pasaste 75m en ciego! Ahora piensa que ocurre una falla mecánica. Una cadena en mal estado, una llanta acabada, una fuga de aceite embarrando tu llanta, una burbujita de aire en tu línea de freno, líquido de freno viejo con un alto porcentaje de agua ya… Es una muy delgada línea entre felicidad y desastre. Así que entre semana hay que preparar la máquina para volver a disfrutarla al máximo. Bueno, en cierta medida aplica a todas las motos, así que se acostumbra uno más o menos.

Aunque he tomado varias clínicas de manejo en pista y he entrado ocasionalmente a track days, donde se puede disfrutar de la moto deportiva en un ambiente más seguro, lo mío mío siempre ha sido la carretera. Aun con moto deportiva disfrutaba más las rodadas largas con paisajes increíbles. Me gusta pararme y tomar fotos para capturar estos momentos y revivirlo más tarde al ver las imágenes de nuevo. Nunca tuve problema de recorrer 500km o más en una moto deportiva. No me cansaba. De verdad, no me dolían ni muñecas ni la espalda. Ocasionalmente un calambre en muslo o dedos de pie por falta de hidratación adecuada. El verdadero problema era el estado de las carreteras. Estás planeando una rodada larga y lo primero que haces es preguntar los amigos cómo está la carretera por allá y por acá. En temporada de lluvias muchas se vuelven intransitables para motos deportivas. El riesgo de doblar un rin, tronar una llanta o simplemente fisurar el carenado es alto con una suspensión firme. Así que tus posibilidades de viajar muchas veces se limitan.

Y las veces que sí viajas, te das cuenta de la capacidad limitada de llevar equipaje. He viajado con mochila en la espalda. Un par de zapatos, pantalón de mezclilla, cambios de ropa interior y calcetines, luego un jabón líquido, pasta de dientes, cepillo de dientes, tal vez perfume. Rápido llevas unos kilos significantes en la espalda. Eso sí, realmente solo lo sientes los primeros kilómetros. Después ya ni sientes la mochila. Pero esos primeros kilómetros son cada vez más molestos. Compré una maleta para moto en forma cilíndrica. Esta se fija sobre el asiento trasero. Bueno, tienes que ver muy bien cómo fijarla y asegurarte que las cuerdas elásticas (=bungee cords) no rozan la pintura. Y amárrala muy bien, pensando en vibraciones, viento a alta velocidad y que no toque nada caliente como partes del sistema de escape. Ahora carga la moto y no tú. Qué alivio. Pero te das cuenta muy pronto que es trabajoso subirse a y bajarse de la moto con el bulto atrás. Tienes que subir mucho la pierna. Si se te olvida con el tiempo, porque disfrutaste mucho el camino, es posible que te quedes enganchado con la pierna y vas al suelo con todo y moto. Chin… hay que arreglar el carenado de nuevo. Con el tiempo te viene a la mente… ¿Y si se suelta una cuerda o se rompe de un lado? Imagínate que vas a 220km/ h y tu maleta se suelta de un lado. Empiezas a usar doble cuerda cada lado. Aun así te queda la espinilla y terminas usando mochila otra vez. O tal vez compras alforjas, que si existen para deportivas y si no interfieren con tu sistema de escape será lo más cómodo. Bueno, la moto ya no luce tan bella.

Ahora, si tienes pareja, algunas veces van a rodar juntos. Es muy probable que tu copiloto no lo disfrute mucho, porque honestamente la posición en el asiento trasero es del nabo. Confieso que 1 sola vez en mi vida me he subido a una moto deportiva en el asiento trasero. Era un posible comprador de mi moto que quiso probarla. Yo no lo conocí y no hubo otra alternativa que subirme atrás. Se los juro que jamás lo vuelvo hacer. ¡Es horrible! Tu vida depende completamente del piloto y de que los enjaulados no cometen ninguna estupidez a tu alrededor. Nunca más he sentido esta falta de control sobre mi vida. Mis respetos para todas las parejas que se someten a esta tortura regularmente con el fin de compartir el tiempo con su amor. En mi caso, una rodada a Compostela con mi mujer significaba que ella no se pude mover bien por una semana. Así que mi tiempo se dividió entre mi pasión y mi mujer. Ruedas medio día de descanso y te apures a regresar para que también disfrutes tiempo con tu pareja. O te vas un fin de semana y el próximo dedicas a ella. Esta división también merma con el tiempo.

En la moto deportiva es muy difícil viajar juntos. He visto una vez una pareja sobre una R1 proviniendo desde Guadalajara por Colima. Los encontré en el Tuito. El con mochila sobre el tanque y ella con otra sobre su espalda. El conjunto se veía como la promoción perfecta para cualquier quiropráctico. Mis respetos, pero dudo que alguien realmente disfrutó el viaje, sea él o ella o la moto con la suspensión muy comprometida. En mi caso siempre era, o me llevo equipaje o me llevo la mujer. Ambos no se puede de manera divertida o sana.

Ahora bien, siempre me han gustado las motos desnudas (=naked). En Europa han conquistado una gran parte del mercado desde hace muchos años. Motos con motores derivados de las deportivas y por ende con muy similares prestaciones, pero con una ergonomía más práctica. Tuve también la fortuna de probar varios modelos naked de mis amigos como Z800, Speed Triple, Street Triple, Duke, Super Duke y no hay que olvidar mi Suzuki GS500 que era mi escuela de manejo. Simplemente tiene sentido una moto naked. La disfrutas en carretera, en ciudad, en circuito, con o sin equipaje y con o sin copiloto. El copiloto va mucho más cómodo que en cualquier deportiva. No hay mucho carenado que se puede agrietar y el acceso a las partes para dar mantenimiento es una chulada.

Ya estaba tomando la decisión de que la siguiente moto sea una naked cuando espontáneamente se dio la oportunidad de probar una doble propósito, en este caso una R1200GS del 2006. La ruta era de Puerto Vallarta a Mascota y regreso con mi mujer de copiloto. Antes de comenzar me dijo mi amigo Mike que me fuera a dar una vuelta solo para acostumbrarme. Excelente, así lo hice. En cuando salí, dijo Mike a mi mujer: “Si se cae por no estar acostumbrado, mejor que se cae solo.” Este canijo. Pero realmente tenía toda la razón e igualmente recomiendo ahora que primero se acostumbre el piloto a cualquier máquina nueva que prueba.

La R1200GS que siempre miré gigantesca, realmente no sentí tan enorme una vez encima de ella. La posición derechita no era lo más raro para mí, porque las naked van más o menos por allí. Mi idea era de dar una vuelta a la manzana y listo. Pero cuando di vuelta en la esquina, me sentí muy raro. La suspensión suave no me transmitió mucho de lo que estaban haciendo las llantas y el manubrio me parecía exageradamente ancho. La siguiente esquina pasé igual de tambaleante y me dirigí al libramiento. De la curva después del pequeño túnel hice un número de rectas cortas conectadas y sentí ligera frustración, porque no se me daba curvear este caballo. Me di cuenta que estaba analizando el movimiento de manubrio, estaba viendo cómo las barras trabajaban, vi estos ridículamente salidos cilindros opuestos abajo… hasta que recapacité y pensé: a ver, lo básico del motociclismo no cambia en ninguna moto. De allí en la siguiente curva lancé la mirada adelante y la moto siguió la trazada escogida como cualquier vehículo. De allí en adelante ya no se me dificultaba y regresé para comenzar la partida.

Hay 2 cosas que me convencieron en los 90km a Mascota, el freno y la habilidad de curvear. Este modelo en especial tiene un servofreno cómo un coche. Además aplica una frenada combinada. Con solo aplicar el freno delantero, la moto aplica también fuerza sobre el freno trasero de acuerdo a sus cálculos. Encima de todo cuenta con sistema de ABS. A mí me parece espectacular la frenada, especialmente considerando el peso del conjunto de moto, piloto y copiloto.
Luego experimenté la habilidad de la máquina de curvear. No era nada mal, una vez más considerando todo el peso. El manubrio ancho es una buena palanca para meter la moto en curva y se deja tumbar rápidamente.

La suspensión y las llantas simplemente funcionaban a la perfección en la carretera que no estaba en perfecto estado. También en el empedrado de Mascota funcionó muy bien. Al principio me sorprendió la firmeza entrando a las piedras y en primera no sentí muy estable. Ya de regreso íbamos un poquito más rápido y allí en segunda sentí mejor sobre el empedrado.

Mi copiloto estaba feliz al final del día, porque iba cómoda y terminó sin ningún dolorcito, ni en los días siguientes.

En solo 180km me convenció tanto, que al día siguiente puse mi R1 en venta. Ahora, después de 3 meses y 6,000km sobre mi propia R1200GS del 2005 sigo aprendiendo, por ejemplo sobre tipos de llantas, presión de llantas. Aprendí sobre el reglaje de suspensión y ya muy rara vez rozamos el caballete central en las rodadas. Las maletas laterales pueden ser estorbosas en tráfico, porque perdí la posibilidad de avanzar entre los coches como lo estaba acostumbrado. Por otro lado son muy convenientes en los viajes. Quitarlas es solo cuestión de segundos y así se adapta la moto a las circunstancias y necesidades del momento.

Obviamente, las prestaciones de la moto doble propósito no son nada comparable con la moto deportiva. No tiene la aceleración, ni la velocidad tope. Pero ocurre algo curioso. La R1200GS si levanta 200km/h. Personalmente la he levantado una vez a 180km/h. Sin embargo, a partir de 140km/h no es más divertido. Tal vez es por falta del empuje bestial de una deportiva, pero es verdad, no me genera más diversión seguir acelerando y termino normalmente con una velocidad crucero de 120-140km/h. Disfruto el viento, el paisaje y las curvas disfruto igual.

Tal vez un punto muy importante es que al fin comparto la pasión del motociclismo con mi pareja. Ya no divido el tiempo entre moto y mujer. Ahora lo disfrutamos juntos.

La moto doble propósito no es una belleza. No convence por su estética. Pero entre más la manejas, más sentido cobra. No importa el estado de carretera, pasas por pavimento de primera, por pavimento bacheado, por empedrado, por terracería. La moto simplemente sigue su camino. La comodidad es como la primera clase en motociclismo. Ahora entiendo porque es la moto de elección de la mayoría de personas que viajan mucho o que dan la vuelta al mundo.

En mi caso, en los últimos meses con la R1 ya extrañe algo. Ya empecé a rodar menos. Tal vez era porque también me daba algunos problemas como de arrancar y de calentarse. Aunque todo tuvo solución, ya estaba ciertamente enfadado. Ahora ruedo más, quiero rodar aún más y mi próxima meta es una moto para el diario para andar en coche lo menos posible.

La doble propósito me divierte un buen, más de lo que me hubiera imaginado. Descubro otra parte del motociclismo. Hay muchas facetas del motociclismo. Hay mil maneras y más opciones de disfrutar del mundo de las dos ruedas. Hay para cada persona.

¿Regresaría a la moto deportiva? Muy probablemente no para carretera. Pero tal vez si me compraré una 600cc para uso exclusivo en pista algún día. No ha sido lo mío hasta ahora, pero teniendo más motos y sin preocuparse tanto de tirarla, ¿por qué no?

Tal vez un día me enfado de la doble propósito y voy a naked con más prestaciones. O la S1000XR como buen compromiso entre ambos segmentos. O tal vez llego a chopper. ¿Quién sabe lo que atrae el futuro? Solo una cosa sé desde lo más profundo de mi ser, seguiré en las 2 ruedas hasta que el cuerpo me lo permite.


Saludos en V


7 comentarios:

  1. Amigo, gracias por tus reflexiones, me encanta como escribes. La unica moto que he conducido y lo hice por un año fue una Scooter Suzuki Epicuro SJ125. 5 años después quiero comprar una Canyon 250cc pero estoy vacilando pues nunca he manejado una mecánica ni una tan alta. Realmente solo transitare alrededor de 30 kms diarios en ciudad, de mi casa al trabajo y vice versa. Por tus comentarios me siento mas seguro de hacerlo pero que me aconsejarías tu.

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    1. Son manejos muy distintos. Te aseguro que te vas a sentir más conectado con la Canyon al poco tiempo, porque estás más sentado dentro de la moto que encima como sucede con un scooter. Además el tamaño de las ruedas cambia mucho. Efectivamente tendrás que aprender manejar con los cambios manuales. Si tienes la oportunidad de tomar un curso de manejo, tómalo. De lo contrario tendrás que practicarlo en un espacio libre de tráfico, pero te sorprenderás qué rápido se aprende. Los 30km diarios en ciudad se van a convertir pronto en muchos km más en carretera con la Canyon, especialmente los fines de semana. El brinco de la Scooter 125 a la Canyon 250 es muy razonable y me parece excelente. Ánimo y saludos en V

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  2. Hola andaba buscando algo que me convenviera que poder hacer con mi moto
    Tengo una hyosung 650R 2008 que me robaron, pero recupere sin carenado, luces instrumentos etc. Solo chasis motor y ruedas y llantas.

    Comprar el carenado de uso por los años y el precio de reventa no me conviene, de hecho ni siquiera me conviene venderla.

    Bueno he decidido darle un nuevo aire y hacerla una street con llantas doble propósito tengo en mi mente unas anakee wild 120/70/17 y 170/60/17
    Supongo que primero debo adaptarme a las llantas (todavía no las compro)
    Tengo una duda con el semimanillar de la moto como viene sentirá mucha, diferencia entre llantas deportivas y doble propósito?
    Es mejor cambiarle el manubrio o así esta bien?

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    1. No podría decirte. Solo queda que lo pruebes para saber si te funciona el manejo y cómo lo sientes. Saludos en V

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  3. Hola amigo. Que buena comparación entre estas diferentes tipos de motos. Yo ando en una Rs200 para el diario pero quiero comprar una para salir a rodar, y tengo dudas entre cbr 600 y vstrom650. La deportiva me encanta pero tu descripción de la doble propósito estuvo chida. ¿Eres de Guadalajara?

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  4. Gracias, amigo. Espero que te ayude en decidirte. Estoy en Vallarta. Saludos.

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  5. Hola Casa
    Acabo de iniciar en las motos, compré una 250 para aprender (estaba negado y no sabía nada), pero tú experiencia la tomo muy en cuenta para mí *moto*, está era para aprender
    Gracias!

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